Es el tercer Braco francés por difusión, pero ciertamente el primero en velocidad en menoscabo de la resistencia. Muy inteligente, de aspecto elegante y buena constitución, el Braco de Saint Germain es un óptimo perro de muestra que se adapta a los terrenos relativamente limpios demostrándose incluso un buen cobrador. Sin embargo, un grave inconveniente está constituido por el hecho de que su olfato varía muchísimo según los ejemplares. Optimo en algunos, es mediocre e incluso insuficiente en otros.